¿Está Isidro girando la rueda del tórculo?
¿O está llevando un barco hacia la costa inversa de la imaginación?
Da el mar la vuelta... da él la vuelta al mar, papel contra el oleaje de la plancha, plancha contra el oleaje del papel...
Si fuera por la cantidad de obra estampada de Isidro, y reconociéramos que el tórculo es su nave de explorar continentes podríamos decir que Isidro Parra fue un auténtico Lobo de Mar. Y así fue, es verdad, incansable, surcando intuiciónes y atravesando meridianos azules de poderoso misterio y belleza profunda.
