Comparar lo pequeño y lo grande, desde el mural o las grandes
piezas de “Imágenes y semajanzas” a l trabajo minúsculo, la
pequeña piedra pintada....
A veces abrimos los brazos de par en par. Y las piernas al tiempo.
De par en par. A la vez. Y cubrimos con esos gestos superficies de envergadura
total, de calibre inmenso.
No sabemos cómo pero alcanzamos así desorbitadas dimensiones aún a riego de rompernos en dos.
Y otras veces, a saber por qué, nos basta incidir con la punta de los dedos en el fino extremo de algo para, con
imperceptibles movimientos, activar la vida entera de una selva diminuta.